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Secuencia Video Endoscópica 1 de 7.
Esófago Negro, Esofagitis Necrotizante Aguda.
Paciente Masculino de 70 años quien adolece de adenocarcinoma de la vesícula, se ingresa al hospital debido a su condición precaria de salud, con sepsis, leucocitosis, ictericia y elevación marcadade la fosfatasa alcalina, se le somete a revisar las vias biliares con una Colangiopancreatografía Retrógrada Endoscópica cambiando por otro un stent de plastico.
La esofagitis necrotizante es una entidad muy infrecuente. Habitualmente es un hallazgo en la necropsia y solo, excepcionalmente, se diagnostica mediante endoscopia.
Todas las imágenes endoscópicas contenidas en este Atlas contienen un video.
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Secuencia Video Endoscópica 2 de 7.
La esofagitis necrotizante aguda (ENA) es una rara entidad cuya etiología es desconocida, siendo el mecanismo patogénico multifactorial, participando fundamentalmente el compromiso isquémico, la malnutrición y la obstrucción del tracto digestivo alto.
El diagnóstico es endoscópico, observándose una coloración negruzca de la mucosa esofágica con transición brusca a nivel de la unión esofagogástrica.
Se encuentra en pacientes en malas condiciones generales, por lo que el pronóstico depende de la enfermedad de base. El tratamiento se basa sólo en medidas de soporte y la mejoría de la condición de base.
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Secuencia Video Endoscópica 3 de 7.
La esofagitis necrotizante aguda, también conocida como “necrosis esofágica aguda”, “esófago negro” o “esofagitis pseudomembranosa”, es una patología cuyo hallazgo es casual e infrecuente, probablemente por ser una entidad poco conocida.ión de base.
La primera descripción endoscópica fue realizada en 1990 por Goldenberg, aunque previamente se habían reportado casos post-mortem.
Al presentar los hombres mayor predisposición a eventos isquémicos por enfermedad vascular ateroscleróticacomparado con las mujeres, la ENA es más frecuente en hombres.
El diagnóstico es endoscópico, apoyándose en la histología, aunque requiere un alto índice de sospecha en pacientes de edad avanzada con pobre estado general y comorbilidad o factor predisponente asociado.
Se observa un compromiso distal de la mucosa esofágica que se extiende proximalmente, pero con terminación abrupta en la unión gastroesofágica.
La misma presenta en etapas temprana la clásica coloración negra con un tejido friable y hemorrágico.
Al progresar la enfermedad, el esófago se ve cubierto por unas membranas gruesas, con un exudado que desprende fácilmente dejando un lecho cruento
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Secuencia Video Endoscópica 4 de 7.
Aunque su patogenia no está totalmente aclarada, se
presume existe un origen isquémico. Apoya esta hipótesis
la localización más frecuente en el sector menos
vascularizado del esófago (tercio distal), la rápida
recuperación de la mucosa al restablecer la perfusión y los
hallazgos microscópicos semejantes a los detectados en la
colitis isquémica.
Otra teoría propone una obstrucción del
vaciamiento gástrico con acumulación de abundante
cantidad de líquido en el estómago y reflujo
gastroesofágico. La exposición de la mucosa esofágica al
ácido gástrico podría generar injuria directa y necrosis del
mismo. Ésto puede ser potenciado por el hipoflujo
sanguíneo local, ya que éste es uno de los mecanismos
defensivos del esófago al reflujo ácido.
Además, la desnutrición podría comprometer el sistema de defensa mucoso y la capacidad de cicatrización. Se reportó un mal estado nutricional en el 75% de los pacientes con ENA.
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Secuencia Video Endoscópica 5 de 7.
El estudio histológico demuestra la necrosis de la mucosa y submucosa con inflamación y destrucción parcial de fibras musculares adyacentes, en ocasiones con formación de trombosis y destrucción de pequeńos vasos capilares. Dentro de los diagnósticos diferenciales debe tenerse en cuenta la melanosis observada en la esofagitis crónica, la pseudomelanosis resultante de la degradación lisosomal, la acantosis nigricans (síndrome paraneoplásico), el melanoma primario o mestastásico, así como la ingesta de carbón, cáusticos o agentes corrosivos.
Estas condiciones pueden excluirse por la ausencia de una verdadera necrosis y la ulceración descubierta por histopatologíal.
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Secuencia Video Endoscópica 6 de 7.
Se observa el segundo stent que fue remplazado por el
anterior que causaba ulcera de la pared contraria.
El tratamiento consiste en medidas de soporte con adecuada hidratación y reposo intestinal los primeros días, asociado al manejo específico de las enfermedades subyacentes y un adecuado soporte nutricional.
Se sugiere además tratamiento con un inhibidor de la bomba de protones a altas dosis para evitar el dańo del ácido sobre la mucosa esofágica. Los antibióticos son usados en presencia de sepsis. La SNG se recomienda si existe obstrucción del tracto de salida gástrico o vómitos incoercibles.
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Secuencia Video Endoscópica 7 de 7.
Otra Imagen del Stent
La mortalidad reportada oscila entre el 33 y el 50%, la mayoría de las muertes fueron causadas por la enfermedad de base y no son atribuibles a la ENA per se.
Si la enfermedad de base es controlada, la mayoría de los casos de ENA presentan una recuperación completa, pero lenta. La cicatrización puede llevar varios meses. La complicación más frecuente es el desarrollo de estenosis esofágica por fibrosis (15%) que requiere normalmente dilatación. Otras complicaciones reportadas son mediastinitis y perforación.
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Secuencia Video Endoscópica 1 de 2.
Esófago Negro, Esofagitis Necrotizante Aguda.
Este es el caso de un hombre de 86 años quien tiene historia de cirugía por malignidad no especificada, en la endoscopia se observa un esófago negro.
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Secuencia Video Endoscópica 2 de 2.
Se observa una estrechez en el duodeno con una úlcera y restos de hilos quirúrgicos.
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